Estimados amigos de Meteora,

 

En este tercer informe meteorológico sobre el futuro, vamos a tratar de avanzar los cambios que, según nuestros conocimientos de Meteorología, pensamos que podremos observar en la Península Ibérica y su entorno, en cuanto a las siguientes variables y fenómenos meteorológicos: temperaturas, lluvias, nevadas, nubes y nieblas, vientos, tormentas, tornados, granizadas y humedad.

 

El tiempo es altamente variable según los días, las semanas, los meses, las estaciones e incluso entre años. En las próximas décadas tendremos en la Península Ibérica y su entorno mucha variabilidad, como es lógico, pero creemos que se están produciendo y se producirán cambios en las variables y fenómenos meteorológicos, debido al proceso de Cambio Climático con el escenario de aumento global de temperaturas.

 

No se pueden predecir cómo serán exactamente las variables y cuáles serán los fenómenos meteorológicos que existirán en el futuro, con precisión, pero sí creemos que podemos hablar de que se producirán cambios en las variables y los fenómenos meteorológicos en la Península Ibérica y su entorno.

 

Estos son los cambios que creemos más importantes:

 

  •    Las temperaturas:

 

  • Las temperaturas medias del año van a ir aumentando en las próximas décadas.
  • Las temperaturas medias de cada estación del año van a ir aumentando en las próximas décadas.
  • Las temperaturas máximas registradas en cada estación del año van a ir aumentando.
  • Las temperaturas mínimas de cada estación del año van a ir aumentando, salvo las del invierno que se pueden mantener e incluso con bajadas en varios años del futuro.
  • La oscilación de las temperaturas, diferencia entre la máxima y la mínima, a lo largo del año, va en aumento, también va en aumento esta oscilación en cada estación del año. Este aumento de la oscilación se va a agrandar más en la época fría del año entre finales de noviembre y mediados de marzo.
  • Las temperaturas del superverano en el futuro nos van a  dejar valores cada vez más altos de temperaturas medias y valores cada vez más altos de temperaturas máximas y mínimas.
  • Las olas de calor en el superverano en el futuro serán cada vez más frecuentes y cada vez más intensas.
  • Notaremos en general que: el superverano cada vez es más largo y caluroso, el otoño es más corto y suave, el invierno se hace más cambiante con rápidos pasos entre temperaturas suaves y temperaturas frías, y la primavera se hace más corta y calurosa, sobre todo a partir de mediados de abril.
  • Un rasgo importante del devenir de las temperaturas a lo largo del año es que notaremos, fuera del superverano, que los cambios en las temperaturas son más bruscos, más rápidos, que pasaremos con mucha rapidez de temperaturas muy suaves a temperaturas frías y de lo contrario, de temperaturas frías a temperaturas muy suaves. Es decir, fuera del superverano los cambios se producirán con unas velocidades muy altas, días muy fríos estarán muy cerca de días muy suaves y días muy suaves de días fríos.

 

  • Las lluvias:

El principal cambio en las lluvias del futuro será su irregularidad, es decir, su gran variabilidad en los meses, estaciones y años, también su impredicibilidad o suposición de aparición a priori a corto, medio o largo plazo. Esta característica para las lluvias será la más importante del tiempo del futuro. El aporte de agua de las lluvias será más incierto, tanto en cantidad, persistencia o intensidad. Habrá grandes alteraciones en los ritmos de las lluvias. Una característica será su gran irregularidad en su cantidad e intensidad. Conoceremos en el futuro todos los extremos en todas las regiones, tanto de sequía, con precipitaciones cero en periodos no cortos de tiempo, a cantidades muy grandes e intensidades cada vez más altas en periodos cortos de tiempo. Esto es debido a los cambios en los patrones del tiempo de los que hablamos en el pasado informe, sobre más persistencia de los anticiclones pero también más apariciones de DANAs y circulaciones meridianas por nuestro entorno geográfico y también por más energía disponible por los tiempos inestables. Se espera un descenso casi general del número de días de lluvia total, pero un ascenso del número de días con fuertes precipitaciones y de incluso lluvias muy intensas y torrenciales. La tropicalización del tiempo en la Península Ibérica y su entorno nos llevará a que las lluvias intensas sean una característica principal del tiempo en todas las regiones, y especialmente en las provincias costeras, debido al aumento de las temperaturas del agua del mar, sobre todo en el Mediterráneo. Las fuertes lluvias de origen Mediterráneo se harán algo más frecuentes y sobre todo intensas en las regiones mediterráneas pudiendo aparecer en cualquier mes del año.

  • Las nevadas:

Los sistemas montañosos de la Península tendrán menos tiempo del año sus capas de nieve. Sin embargo podrán recibir cantidades más intensas de nieve puntuales en el invierno. La nieve es un meteoro muy irregular que depende mucho de la temperatura, y en el futuro las nevadas se verán muy condicionadas por los ascensos de temperaturas. Seguirán existiendo nevadas en los inviernos, pero con respecto al pasado los acúmulos totales y su persistencia se reducirán. Las nevadas intensas seguirán existiendo durante los inviernos, de la mano de las precipitaciones más intensas, pero la duración en el suelo de estas nevadas se acortará por el ascenso de temperaturas en el futuro. Fuera del invierno, en el otoño y la primavera, las nevadas se harán todavía menos frecuentes y su duración se acortará más todavía. Sólo quedará el invierno como paraíso para la nieve.

  • Las nubes:

En las próximas décadas no hay claridad sobre cambios en las cantidades de las diferentes nubes, pero nos atrevemos a decir que se reducirán las nubes bajas en general, se extenderán, de media, algo más los velos de nubes medias y altas, mientras que las nubes tormentosas con los potentes cumulonimbus ampliarán sus apariciones sobre todo fuera del superverano.

  • Las nieblas:

Creemos que las nieblas se van a ir reduciendo en la mitad   seca del año, desde abril a octubre, y pueden mantenerse o aumentar algo más en la estación húmeda entre noviembre y marzo. Pero en general creemos que habrá un descenso del número de días de niebla, debido al aumento de temperaturas, al descenso del número de días de lluvia y a la pérdida de humedad de los suelos y del aire, especialmente en las provincias no costeras.

  • Los vientos:

En un ambiente más cálido y con más energía disponible en forma de humedad en los océanos, los vientos podrán tener un cambio de aparición e intensidad. Creemos que aumentarán los periodos largos con muy pocos vientos, y se harán más presentes los periodos cortos con muy bajos vientos, a la vez aumentarán las velocidades de los vientos en periodos de inestabilidad. Es decir, se va a convertir en un fenómeno más irregular, con grandes altibajos, tanto en aparición como en intensidad en todas las regiones. Cuando tengamos tiempo inestable las velocidades de los vientos aumentarán. Cada vez la atmósfera dispondrá de más energía y junto con las precipitaciones el viento es el fenómeno donde la atmósfera utiliza más eficazmente esa energía disponible.

  • Las tormentas:

Es probable que el número de tormentas y sobre todo   su intensidad vayan en aumento con el paso de las décadas. La energía creciente de la que dispondrá la atmósfera con el aumento de las temperaturas y con el aumento de la temperatura del agua del mar, generará que las tormentas puedan ser más frecuentes, intensas e incluso más violentas, sobre todo en las provincias costeras. El aumento de la actividad tormentosa y especialmente su intensidad y violencia, llevará asociados un aumento en el número de rayos, vientos violentos, granizadas más frecuentes y con granizo más grande, y lluvias tormentosas más intensas.

  • Tornados:

Notaremos que cada década el número de tornados en la Península Ibérica y su entorno aumenta. Este aumento se asociará al aumento de la energía de las tormentas así como al aumento de las DANAs y de las circulaciones meridianas que contienen los elementos dinámicos del aire que ayudan a la formación de los tornados, ya que proveen de vorticidad y cizalladura vertical del aire en la atmósfera, elementos que son necesarios para la formación de tornados.

  • Granizadas:

Asociadas al incremento de la energía de las tormentas y a un aire más recalentado por el aumento de temperaturas en las capas bajas de la atmósfera, las granizadas serán un fenómeno en alza en el futuro. Serán más frecuentes y, sobre todo, más intensas y con pedriscos más grandes.

  • Humedad:

La humedad es la cantidad de vapor de agua que contiene una masa de aire, o el agua que contiene una masa de suelo. Con el escenario de aumento de temperaturas, aumento de la temperatura del agua del mar y los cambios de patrones meteorológicos, esperamos que la humedad ambiental y de los suelos vaya en descenso notable en las próximas décadas en la mitad calurosa y seca del año, desde abril a finales de octubre, y se mantenga sin muchas variaciones o también descenderá un poco en el resto del año en la estación húmeda. Se espera que el descenso de la humedad sea más acusado en las provincias no costeras y menos en las provincias costeras.

 

En los próximos informes analizaremos uno por uno y más detalladamente los cambios en las variables y fenómenos meteorológicos más importantes para la vida humana y la vida natural, como las temperaturas, las lluvias, las nevadas, los vientos, la humedad de los suelos y el agua dulce disponibles, y los fenómenos extremos que nos afectarán en el futuro y harán cambiar nuestras acciones.

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